La arquitectura gótica, su gastronomía mediterránea o una oferta de playas y calas que es la envidia de Europa: Palma es una ciudad con muchas caras, y en todas esconde una razón de peso para descubrirla. Las restricciones al tráfico rodado en su casco antiguo no disuaden al turismo gracias a la infraestructura de aparcamientos disponibles en sus avenidas y plazas inmediatas. Reservar Parking Low Cost en Mallorca es una decisión sensata para cualquier viajero que se desplace en vehículo privado o de alquiler.

En la parte antigua del municipio palmesano, uno de los destinos con mayor magnetismo para el visitante es el palacio de La Almudaina. Esta antigua fortaleza de origen romano fue reconvertida en alcázar en el siglo trece y posteriormente modificada para acoger a la realeza mallorquina después de la Reconquista.

En este palacio real destacan el Salón del Tinell, la capilla de Santa Ana y los Baños Árabes. Su visita precisa reserva, al igual que el parking Sa Gerreria operado por Saba, sobre todo en temporada alta.

Otra parada obligada en Palma es La Seu, es decir, la catedral de Santa María que constituye una de las muestras más admirables del gótico levantino. En su interior se dan cita vidrieras espectaculares, un mausoleo real en la Capilla de la Trinidad o la colección de pinturas del Museo de la Catedral. Para estacionar a minutos de distancia, son recomendables además del citado aparcamiento de Sa Gerreria, los de Born Centro y Plaza Mayor.

Algunas de las obras más valiosas de Picasso, Dalí y otros artistas del siglo veinte figuran en el inventario del museo de la Fundación Juan March. Los entusiastas del vanguardismo podrán admirar las colecciones más representativas del movimiento, mientras que los visitantes sensibles a la arquitectura señorial no pasarán por alto la belleza del edificio en que se enmarcan. Es posible aparcar cerca en el parking subterráneo de Plaza Mayor y el de Sa Gerreria.