3 soluciones para desayunar en un balcón pequeño

  1. Compra sillas para terraza pequeña de tijera, con una forma muy básica y minimalista que ocupen lo menos posible. La mesa puede ser en forma de media circunferencia para poder pegarla a la pared o a la barandilla exterior y que quede sitio para el café y un platito para el acompañamiento para dos personas. Esta solución permite desayunar incluso en balcones diminutos y, lo mejor de todo es que como tanto la mesa como las sillas son de tijera se pueden cerrar y dejar en un rincón cuando no se usen para poder asomarse al balcón con comodidad o incluso poner el tendal de la ropa, algo habitual en este tipo de estancias.
  2. Muebles plegables de pared. Dos bancos y una mesa plegables de pared pueden ser la solución perfecta para que un pequeño balcón sea un espacio apto para tomar un café relajadamente. Este tipo de elementos, de pequeño tamaño, se levantan cuando hay que usarlos y se dejan contra la pared cuando no, no ocupando prácticamente nada. Caben en cualquier lugar y hacen que incluso un balcón con muy poco fondo, pueda ser apto para tomar un café y disfrutar del aire fresco de la mañana. Solución ideal para esos espacios que no están pensados para alojar muebles.
  3. Barras para la barandilla. Si tu balcón es tan minúsculo que ni tan siquiera puedes colocar los muebles provisionales que te hemos comentado porque no hay forma de poner una mesa, prueba a colocar una barra sobre la barandilla. Algunas tiendas las venden ya hechas pero lo mejor es fabricar a medida una barra de madera ancha que se coloca sobre la barandilla y a la que se puede añadir un borde para evitar caídas accidentales. Se colocan sobre la barra y se ajustan para que no se muevan. De esa manera, solo dos banquetas serán suficientes para poder tomar un desayuno en compañía en la terraza. Es la solución más socorrida pero hay diseños en Internet tan atractivos que te van a encantar, desde barras para balcón rústicas hasta algunas tan elaboradas y bonitas que desearás tenerla incluso si no te gusta desayunar fuera. Y lo mejor es que cuando te canses solo tendrás que quitar el mecanismo que la une a la barandilla y tu balcón recuperará su aspecto de siempre sin tener que hacer nada más.

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