A la hora de contratar decesos completo, la prima puede variar mucho según el tipo de seguro que se contrate. Para entender las diferentes modalidades de seguro hay que tener en cuenta que la aseguradora considera que cuánto mayor sea la persona, mayor es el riesgo de fallecimiento y, por tanto, más cara debe de ser la prima. A esto, se suma que el coste de un paquete normal de decesos varía en función del lugar, lo que también se dejará notar en el precio.
Para empezar, están los seguros de prima única, que son aquellos que se pagan solo una vez. Se calcula el coste de la prima y el asegurado abona el servicio. En cierto modo, se está pagando el servicio por adelantado para que los que quedan detrás no tengan que preocuparse de nada.
Existen también los seguros de prima fija. La prima del seguro no va a variar durante todo el tiempo que dure la relación entre el asegurado y la compañía, pagando siempre la misma cantidad desde el momento de la contratación hasta el fallecimiento.
Por último, están los de prima variable, que pueden ser de diferentes tipos según la edad de la persona que lo contrata. La prima va a variar a lo largo de la duración del contrato, comenzando por un precio muy inferior, cuando la persona es más joven, y actualizándose cada cierto tiempo, normalmente de manera anual. Estas actualizaciones pueden ser más graduales o bruscas. Normalmente, cuanto más joven es la persona que lo contrata, más suaves son las subidas anuales.
Incluso hay variedades mixtas que juegan con periodos fijos y otros variables, muchas veces en función de la compañía que los ofrezca. Por eso, antes de contratar un seguro de decesos es importante consultar con más de una compañía y conocer las diferentes formas de abonar las mensualidades para ver cuál resulta más interesante.
Además de la forma de abono de las mensualidades, también es importante conocer las coberturas que ofrecen y el fondo de la prima, para asegurarse de que cubre aquellos servicios que deseamos que sean ofrecidos. En caso de que finalmente no se utilice todo el capital, las compañías devolverán la diferencia a los herederos. No obstante, algunas no lo hacen de forma automática y estos deben exigir que se presenten las cuentas y se haga la devolución en el caso de que corresponda.